miércoles, 14 de marzo de 2007

La crisis de Darfur: ¿quien es responsable?


Una misión de derechos humanos de la ONU acusó el lunes al Gobierno de Sudán de orquestar y participar en crímenes internacionales en Darfur. La misión, dirigida por la Premio Nobel de la Paz Jody Williams, fue enviada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para investigar las alegaciones de abusos extendidos en esta extensa región del oeste de Sudán.La decisión de enviarla compuesta por seis personas fue adoptada por la ONU tras un duro debate en diciembre. El Gobierno sudanés prometió inicialmente cooperar con ella, pero luego les denegó los visados de entrada, por lo que tuvo que entrar a Darfur desde el vecino Chad. También visitó la capital etíope, Addis Abeba, donde está el cuartel general de la misión de la Unión Africana que intenta contener la violencia en la región sudanesa con unos pocos miles de observadores.

'La misión concluye que el Gobierno de Sudán ha fracasado manifiestamente a la hora de proteger a la población de Darfur de crímenes internacionales a gran escala y ha orquestado y participado él mismo en estos crímenes', dijo la misión.'La situación se caracteriza por violaciones sistemáticas y burdas de los derechos humanos y por graves infracciones del derecho internacional humanitario'

En declaraciones a la prensa, el vicesecretario general de la ONU, Mark Malloch Brown, señaló que el estallido de violencia en Líbano ha eclipsado la trágica situación de Darfur e insistió en que ninguna otra crisis justifica dejar en un segundo plano el sufrimiento de la población sudanesa.Asimismo, subrayó que es lamentable la ausencia de una vía política clara para el despliegue de una fuerza de paz de la ONU en Darfur.

La ONU había emitido resoluciones con respecto a Darfur. El 31 de agosto de 2006, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una para enviar una nueva fuerza de pacificación a la zona de 17.300 soldados, en sustitución de los efectivos de la Unión Africana. Sudán manifestó su enérgica oposición a esta resolución. El 1 de septiembre, según informaron oficiales de la Union Africana, Sudán lanzó una gran ofensiva en Darfur y, poco después, conminó a la UA a abandonar la región. La Resolución 1706 fue inesperadamente apoyada por el presidente de Chad, Idriss Déby. El 2 de octubre de 2006, tras al suspensión de la iniciativa de Naciones Unidas debido a la firme oposición sudanesa, la Unión Africana anunció que prolongaría su presencia en la zona hasta finales de año. Poco después, el 6 de octubre, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas votó la extensión del mandato de la Misión de Naciones Unidas en Sudán hasta el 30 de abril de 2007.

Sudán, Chad , Uganda: secuestros, guerra civil y guerra entre Estados ¿que ocurre ahí?

La situación en Sudan es mucho mas compleja que la que unos seis observadores pueden calificar y que involucra obligatoriamente a dos países, Uganda y Chad, y a varios países occidentales, entre los que esta Estados Unidos. En el caso particular de las relaciones entre Uganda y Sudán ha habido mutuas intervenciones. Si Sudán demanda a Uganda, debería demostrar que las violaciones cometidas en su territorio se deben a la presencia o influencia ugandesa, cosa que, en los hechos, no parece quedar clara. Además, Uganda podría argumentar legítima defensa, ya que Sudán y la política del gobierno afecta a su zona norte, dado que el conflicto se desarrolla en la zona de frontera. Sudán ha actuado de la misma manera atentatoria contra Uganda. En el caso de Chad, una serie de desplazamientos de la población del sur de Sudán hacia la zona de Darfur, que esta en guerra, ha obligado a emigrar hacia Chad.


Internamente, Sudán sufre un conflicto que se ha venido describiendo en términos de rivalidad étnica y religiosa entre el norte, árabe e islamista y las comunidades negras del sur, donde el cristianismo convive con las creencias animistas. Estos problemas derivan del periodo colonial británico, cuando se implementó políticas sectarias como forma de controlar a los 19 grandes grupos étnicos y los alrededor de 600 subgrupos que habitan Sudán.


Desde que el general golpista Omar Hasán al Bashir tomó el poder en 1989, el régimen de Jartum se ha empeñado en someter a los rebeldes cristianos del sur al estilo musulmán basado en la sharia isiámica. El verdadero poder tras la Junta Militar de Al Bashir es el Frente Nacional Islámico (FNI) y su carismático líder, Hasán al Turabi, apodado el Maquiavelo de Jartum. Turabi, inspirador del golpe de Estado de 1989, ha desarrollado su propia visión de un "renacimiento musulmán" en el que Sudán es el centro nueva revolución islámica. Además, hay que contar con la presencia del Ejército Popular para la Liberación de Sudán (EPLS), rama militar del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (MPLS), que es la principal organización rebelde. Surgió en 1983 como reacción al dictador Yaafar el Numeiri, quien decidió imponer la ley islámica y trasladar las escasas fuentes de desarrollo del sur al norte. Hasta diciembre de 1996, la ofensiva rebelde, encabezada por el EPLS y cuya principal base étnica son los ganaderos dinkas, estaba localizada en las regiones más meridionales del país: Ecuatoria Oriental, e sur del Bahr al Ghazal, Alto Nilo y Kurdufan meridional. Pero el 12 de enero de 1997, el EPLS abrió un nuevo frente al noreste, con el apoyo de la Alianza Democrática Nacional (ADN), que coordina las actividades de toda la oposición al régimen islamista de Jartum. La ADN está integrada por los dos más grandes partidos tradicionalistas del norte: el Umma y el el Khatimiyah, y agrupa también a sectores modernizadores. La alianza entre el EPLS y el ADN es inestable. El EPLS, la guerrilla antiislamista de John Garang, muerto en agosto de este año, lucha por un Sudán secular; la segunda quiere derrocar a la dictadura pero mantiene sus prevenciones hacia el sur. Este acuerdo entre las facciones rebeldes permitió a Garang extender su guerra a dos provincias sureñas: Kassala, en la frontera con Eritrea, y Nilo Azul, donde se encuentra la estratégica presa de Roseras, que abastece a Jartum de electricidad. El avance rebelde alarmó a las autoridades sudanesas, que llamaron a la yihad (guerra santa), apelando al sentimiento patriótico de los sudaneses para sufragar una guerra que cuesta 1,5 millones de dólares al día, y acusaron a los Gobiernos vecinos de Etiopía, Eritrea y Uganda de albergar bases insurgentes en sus territorios y de proporcionar apoyo logística a la guerrilla.


Sudán, un país con escasos aliados, vio así crecer su número de enemigos. Uganda, que no oculta sus simpatías por el EPLS, ha servido de retaguardia a sus milicianos y los ha abastecido de armas y municiones. Sudán se ha vengado dando apoyo proporcionado por Uganda armando a los grupos rebeldes que desafían a las autoridades ugandesas, entre ellos, al Ejército de Resistencia del Señor (Lords Resistance Army, LRA)


Durante 18 años Uganda ha sido escenario de una guerra civil que se ha cobrado la vida de miles de civiles. En los años setenta, el gobierno de Idi Amin, que gobernaba Uganda, se sirvió de las matanzas y las «desapariciones» para implantar un régimen de terror. Entre las víctimas de esas matanzas hubo muchos soldados acholi y langi del ejército de Uganda. Tras el derrocamiento de Amin, las fuerzas del nuevo gobierno, el Ejército de Liberación Nacional de Uganda (Uganda National Liberation Army, UNLA), reclutadas principalmente en el norte del país, tomaron represalias contra los civiles de la zona del Nilo Occidental, la región natal de Amin. Durante los años siguientes, el UNLA cometió matanzas en el Nilo Occidental, Bushenyi, Mpigi y Luwero, zonas donde el gobierno de Milton Obote se enfrentaba a la oposición armada. En Mpigi y Luwero perdieron la vida decenas de miles de personas que, al vivir lejos de las fronteras internacionales, no pudieron huir de la violencia. En julio de 1985 estalló una lucha por el poder entre las tropas langi y acholi del UNLA que culminó con la toma del poder por los oficiales acholi Tito Okello y Basilio Okello. En 1986, una mujer de nombre Alice Auma, conocida también como Lakwena (término acholi que significa mensajero), creó una fuerza que se dio en llamar Movimiento del Espíritu Santo (Holy Spirit Movement). Valiéndose de una llamativa mezcla de ideas locales sobre el mundo de los espíritus y de creencias cristianas, a finales de 1986 Alice Lakwena había conseguido movilizar a numerosos desertores del UPDA, ex miembros del UNLA y civiles acholi y luo. No obstante, sus fuerzas acabaron siendo derrotadas en las afueras de Jinja en noviembre de 1987. Tras la derrota de Alice Lakwena, el centro de la oposición armada al NRA en el distrito de Gulu fue ocupado por un grupo armado dirigido por Joseph Kony al que se dio en llamar Lakwena II hasta que adoptó el nombre de Movimiento del Espíritu Santo. Al igual que su predecesora, Joseph Kony afirma estar poseído por fuerzas religiosas a las que sirve de médium. Desde el primer momento, sus fuerzas han sometido a la población civil a graves abusos contra los derechos humanos. En enero de 1986 tomó el poder en Kampala el Ejército de Resistencia Nacional (National Resistance Army, NRA) de Museveni, formado principalmente en el oeste y el sur del país, los Okello y gran parte de sus tropas huyeron al norte. Algunos soldados enterraron sus armas y uniformes y regresaron a sus casas. Otros cruzaron los distritos de Kitgum y Gulu y pasaron a Sudán. Una vez allí se reagruparon y, en agosto de 1986, invadieron de nuevo Uganda con el nombre de Ejército/Movimiento Democrático Popular de Uganda (Uganda People's Democratic Movement/Army, UPDM/A). Así comenzaron 11 años de conflicto en Gulu, Kitgum y los distritos vecinos. A finales de octubre de 1988, el NRA lanzó una ofensiva en el distrito de Gulu. La victoria del NRA no puso fin a los enfrentamientos, sino que los desplazó hacia zonas más remotas. La guerra en Kitgum y Gulu ha tenido muchas fases desde 1986. El hecho de que las tropas del gobierno desplegadas en el norte cometieran violaciones de derechos humanos avivó el conflicto a finales de 1986. Sus soldados fueron responsables de ejecuciones extrajudiciales, del desplazamiento interno de millares de personas y de la destrucción de numerosas viviendas y graneros. No obstante, el UPDA no duró mucho como fuerza militar. En 1988, la mayor parte de sus soldados se habían entregado ya a las autoridades, y sus dirigentes se reconciliaron con el gobierno en 1990. Las fuerzas de Kony a comienzos de 1991 tomaron el nombre de Ejército Cristiano Democrático Unido (United Christian Democratic Army, UCDA). Durante 1991, el NRA emprendió otra importante ofensiva militar que supuso aislar al norte del resto del país. Aunque eficaz desde el punto de vista militar, esta ofensiva también se vio empañada por considerables violaciones de derechos humanos. En 1992, los nuevos jefes del NRA en la zona trabajaron con las autoridades civiles sobre una estrategia de contrainsurgencia de orientación más política, y a finales de 1993 y principios de 1994 las autoridades del gobierno mantuvieron conversaciones de paz con los dirigentes del Ejército de Resistencia del Señor, que es como acabaron llamándose las fuerzas de Kony. Las consecuencias de este conflicto han sido el desplazamiento masivo de la población, los homicidios arbitrarios, las mutilaciones, los secuestros y el reclutamiento forzado. La victoria del NRA no puso fin a los enfrentamientos, sino que los desplazó hacia zonas más remotas. Específicamente al norte de Uganda, donde trabaja el LRA.

El LRA tiene bases secretas en el sur de Sudán, donde reciben apoyo logístico y cobertura política de otros grupos cristianos y animistas. Desde allí lanza constantes incursiones sobre el norte de Uganda. Alzados en armas en 1986, poco después de que el presidente Museveni llegara al poder, carecen de un programa político definido. Su difuso objetivo es el de crear un régimen basado en el cumplimiento estricto de los Diez Mandamientos. Su núcleo duro apenas lo componen unos centenares de guerrilleros karamajong, cazadores de montaña, que no ocultan su odio hacia los miembros de la tribu acholi del norte ugandés. El acto mas conocido del LRA es el de secuestrar a niños y a decenas de niñas para utilizarlos como esclavas sexuales y combatientes, llevándolos a Sudán.

Por lo que esta ocurriendo en la zona de frontera hay una investigación en curso que lleva a cabo la Corte Penal Internacional, La demanda fue interpuesta por el gobierno de Uganda, encabezado por Ioweri Museveni ante el fiscal Luis Moreno Ocampo, por los actos del LRA.

In December 2003 I received a referral from the Government of Uganda, the first state referral in the history of the Court. In the referral letter the government specifically mentioned the case of the Lord’s Resistance Army, the LRA. We notified Uganda that we would interpret the referral as concerning all crimes under the Statute committed in Northern Uganda and that our investigation would be impartial. In a July 2004 report to the Parliament the Government of Uganda confirmed their understanding of this interpretation.

La imparcialidad del fiscal es el punto mas positivo de este caso, puesto que Museveni no accedió al poder de manera democrática. En la relación de los hechos que presento el gobierno ugandés, el Fiscal indico la línea de acción que había tenido el conflicto en el norte de Uganda, desde 1986 hasta el 2004, para establecer una conducta por parte de los inculpados, que derivo en los incidentes en el campamento de refugiados de Barlonya[1]. Principalmente el fiscal se ha enfocado en dos delitos: el secuestro de menores para reclutarlos forzadamente en sus filas, que supone casi la totalidad de sus efectivos en el caso de los hombres, y la esclavitud sexual en lo relativo a las mujeres. Estos dos delitos son claves para establecer el crimen a enjuiciar. Si consideramos que el genocidio no pretende ese tipo de usos de mujeres, porque el genocida busca destruir físicamente un grupo étnico, debemos buscar otro crimen, donde estos hechos se produzcan. Y ese crimen serian dos tipos de delitos de competencia de la Corte: crímenes de lesa humanidad y de guerra [2]

The criteria for selection of the first case were gravity. We analyzed the gravity of all crimes in Northern Uganda committed by the LRA and Ugandan forces. Crimes committed by the LRA were much more numerous and of much higher gravity than alleged crimes committed by the UPDF. We therefore started with an investigation of the LRA.
At the same time, we also collected information on other groups from a variety of sources. We collected documents and conducted interviews. We will continue to collect information on allegations concerning all other groups, to determine whether the Statute thresholds are met and the policy of focusing on the persons most responsible is satisfied.
[3]

Por Darfur también hay una investigación en curso en la Corte Penal. En esta zona, el conflicto militar involucra a los Yanyauid, un grupo de milicianos formados por miembros de las tribus de los abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los pueblos no baggara, principalmente agricultores. Debe tenerse en cuenta que casi todos los habitantes de Darfur son musulmanes, tanto los insurgentes como los Yanyauid y los líderes gubernamentales de Jartum. Por ello, en este caso hay un conflicto étnico y de poder. Excepto en el norte, donde predomina la población nómada de origen árabe, en la región de Darfur conviven etnias negras africanas con población de origen árabe. La etnia africana más importante son los fur, de los que toma su nombre el territorio, pero hay varias etnias más, entre las que destacan los zaghawa y los masalit. Estas tribus negras se dedican principalmente a la agricultura, y comparten el territorio con varios grupos étnicos minoritarios de origen árabe, llegados a la zona posteriormente, conocidos como baggara (literalmente, "los de las vacas") y dedicados sobre todo al pastoreo nómada. Los conflictos interétnicos se deben sobre todo a la competencia por los escasos recursos de la zona, y se han agudizado en los últimos decenios debido al considerable aumento demográfico y a las condiciones climáticas adversas.
El gobierno sudanés, aunque públicamente ha negado su apoyo a los Yanyauid, les ha proporcionado armas y asistencia, y ha participado junto con ellos en varios ataques contra los pueblos fur, zaghawa y masalit.

Después de 1989, la llegada al poder en Sudán de un régimen militar de signo islamista alentó las esperanzas de las tribus árabes, y durante los años 90 tuvieron lugar varias guerras de dimensiones locales. Fue durante esta época cuando se organizaron los Yanyauid, grupos árabes paramilitares, que lanzaron numerosos ataques contra las comunidades fur y mas. A comienzos de 2003, dos grupos negros rebeldes, el Movimiento Justicia e Igualdad (MJI) y el Movimiento de Liberación de Sudán (MLS), acusaron al gobierno sudanés de oprimir a la población negra en favor de los árabes. El MLS, más amplio que el MJI, se relaciona generalmente con los fur y los masalit, así como con el clan Wagi de los zaghawa, mientras que el MJI se asocia más bien al clan Kobe de los zaghawa.


Suele afirmarse que el inicio del conflicto de Darfur tuvo lugar el 26 de febrero de 2003, cuando un grupo autodenominado Frente de Liberación de Darfur (Darfur Liberation Front) reivindicó un ataque a Golo, el principal centro militar en el distrito Jebel Marra. Sin embargo, el conflicto se había iniciado en Darfur antes, ya que los rebeldes habían atacado comisarías de policía, puestos militares fronterizos y convoyes del ejército, y el gobierno ya había iniciado un asalto masivo por tierra y aire contra la fortaleza rebelde en las Montañas de Marrah. A pesar de las amenazas del presidente Omar al-Bashir de "soltar" al ejército, su amenaza no se pudo cumplir porque éste se encontraba desplegado en el Sur y en el Este, donde rebeldes patrocinados por el gobierno eritreo amenazaban el oleoducto recientemente construido para transportar petróleo desde los campos de petróleo de Port Sudan. El ejército, poco entrenado en operaciones en el desierto, se vio impotente para hacer frente a la táctica rebelde de lanzar rápidos ataques. Sin embargo, el bombardeo aéreo de las posiciones rebeldes en las montañas fue devastador. En abril, una fuerza combinada del Movimiento de Liberación de Sudán (MLS) y del Movimiento Justicia e Igualdad (MJI), entró en Al-Fashir y atacó a la guarnición mientras dormía.

El ataque de Al-Fashir marcó un importante punto de inflexión, tanto desde el punto de vista militar como psicológicamente. Las fuerzas armadas habían sido humilladas, y el gobierno se enfrentaba a una complicada situación estratégica. Se hizo evidente que era necesario entrenar a los soldados para esta nueva clase de guerra, y se suscitaron sospechas bien fundadas acerca de la lealtad de muchos oficiales y soldados nativos de Darfur.La responsabilidad de enfrentar a los rebeldes recayó sobre la Inteligencia Militar sudanesa. Sin embargo, en los meses intermedios de 2003, los rebeldes vencieron en 34 de 38 enfrentamientos. El MLS comenzó a moverse hacia el este, amenazando con extender la guerra a la provincia de Kordofan.

Esto hizo que el gobierno sudanés modificase su estrategia. Dado que el ejército había sido claramente derrotado, se decidió basar el esfuerzo bélico en tres elementos: la inteligencia militar, la fuerza aérea y y los Yanyauid, ganaderos baggara armados que el gobierno había utilizado ya para reprimir el levantamiento de los masalit en 1996-1999. Los Yanyauid se convirtieron en el centro de la nueva estrategia gubernamental de contrainsurgencia. Los recursos militares se concentraron en Darfur, y los Yanyauid fueron organizados como una fuerza paramilitar, con equipamiento de comunicaciones y algo de artillería. Como resultado, en la primavera de 2004 varios miles de personas, la mayoría de etnias no árabes, habían sido asesinados, y cerca de un millón desplazados de sus hogares, lo que provocó una importante crisis humanitaria en la región. La crisis alcanzó una dimensión internacional cuando unos 100.000 refugiados se adentraron en el vecino Chad, perseguidos por milicianos Yanyauid, que se enfrentaron con las tropas del gobierno de Chad en la frontera. Más de 70 milicianos y 10 soldados chadianos murieron en un enfrentamiento con artillería en abril. Un equipo de observadores internacionales de Naciones Unidas informó que las aldeas no árabes habían sido destruidas por completo, mientras que los poblados árabes permanecían intactos.

En 2004, Chad patrocinó la negociación entre los grupos en conflicto en N'Djamena, lo que tuvo como consecuencia que se firmase un acuerdo de alto el fuego el 8 de abril entre el gobierno sudanés, el MJI y el MLS. Un grupo se escindió del MJI en abril (el Movimiento Nacional para la Reforma y Desarrollo) y no participó en las conversaciones ni en el acuerdo de alto el fuego. Tanto los Yanyauid como los rebeldes continuaron atacando después del acuerdo. La escala de la crisis hizo que varias personalidades advirtieran de un desastre inminente, entre ellas el Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, que advirtió del riesgo de genocidio en Darfur. Las atrocidades cometidas por los Yanyauid fueron comparadas con el Genocidio de Ruanda, lo que fue ardientemente desmentido por el gobierno sudanés. Observadores independientes destacaron que las tácticas, que incluían las mutilaciones y asesinatos de no combatientes e incluso de niños, eran más afines a la limpieza étnica utilizada en Yugoslavia (tema sobre el cual hemos expuesto antes), y alertaron al mundo sobre el hecho de que cientos de miles de personas se encontraban imposibilitadas de recibir ayuda.

El 10 de julio de 2005, John Garang, antiguo dirigente del SPLA, juró el cargo de vicepresidente de Sudán. Quince días después, el 30 de julio, falleció en un accidente de helicóptero. Su muerte tuvo como consecuencia que las conversaciones de paz entre los diversos grupos rebeldes de la región fuesen más lentamente.El 18 de diciembre de 2005, un grupo rebelde de Chad, supuestamente formado por personas de etnia zaghawa, salió de Darfur y atacó la ciudad chadiana de Adre, cerca de la frontera sudanesa. Chad culpó al gobierno sudanés del ataque, el segundo en la región en tres días. Las crecientes tensiones en la región llevaron al gobierno de Chad a declarar las hostilidades contra Sudán, y a llamar a los ciudadanos chadianos a movilizarse contra el "enemigo común". Esto dio inicio al Conflicto Chad-Sudán, que concluyó oficialmente menos de dos meses después del ataque a Adre, cuando se firmaron, el 8 de febrero de 2006, los Acuerdos de Trípoli.

El 5 de mayo de 2006, el gobierno de Sudán firmó en Abuja, Nigeria, un acuerdo con la facción del MLS liderada por Minni Minnawi, en una reunión auspiciada por el subsecretario de estado estadounidense Robert B. Zoellick, el presidente de Nigeria, el presidente de turno de la Unión Africana y varios destacados diplomáticos extranjeros. Sin embargo, el acuerdo fue rechazado tanto por el MJI como por una facción rival del mismo MLS, dirigida por Abdul Wahid Mohamed el Nur. Los puntos principales del acuerdo, de 85 páginas, eran el desarme de las milicias Yanyawid y la incorporación de los efectivos de los grupos rebeldes negros al ejército sudanés. A pesar del acuerdo, continuaron los combates en Darfur.

El Delito de Genocidio
El delito de genocidio no es lo suficientemente claro para precisar que es loque esta ocurriendo en la zona, abarca una generalidad de crímenes que darían una sentencia que no refleja a cabalidad los hechos mencionados y que impediría una reparación a las victimas si cabe, sobre todo a los niños y las mujeres, pero los de lesa humanidad y de guerra son mas concretos, y se acercan mas a los hechos. El crimen de lesa humanidad implica tres rasgos específicos mencionados en el artículo 7 de ese Estatuto: 1. Debe haber sido cometido "como parte de un ataque generalizado o sistemático". El término “ataque” no se reduce a su mera significación militar. Puede incluir leyes y medidas administrativas como la deportación o el traslado forzado de población. 2. Los ataques deben dirigirse "contra una población civil" tomada deliberadamente por blanco. La presencia de algunos soldados entre la población civil no basta para privar a ésta de su carácter civil. 3. Los crímenes deben haber sido cometidos “de conformidad con la política de un Estado o de una organización”. En consecuencia, pueden ser autores de crímenes de lesa humanidad agentes del Estado o personas que actúan a instancias de éste como escuadrones de la muerte. Los grupos rebeldes también pueden cometer crímenes de lesa humanidad. En el caso de crimen de guerra, por tratarse de un conflicto armado interno, definición que figura en el artículo 8 del Estatuto de la Corte, “por consiguiente, no se aplica a situaciones de disturbios o tensiones internos, tales como motines, actos aislados y esporádicos de violencia u otros actos de carácter similar”. En cambio, la Corte ejerce su competencia con respecto a crímenes de guerra cometidos en el marco de conflictos “que tienen lugar en el territorio de un Estado cuando existe un conflicto armado prolongado entre las autoridades gubernamentales y grupos armados organizados o entre tales grupos” (artículo 8.2 f del Estatuto). En este caso, además, habría violación de los artículos de Ginebra, El artículo 8 del Estatuto enumera tres categorías de crímenes de guerra cometidos en el marco de un conflicto interno: 1. Las violaciones del artículo 3 común a las cuatro Convenciones de Ginebra del 12 de agosto de 1949, referido a personas que no participan directamente en las hostilidades 2. Las otras violaciones graves del derecho internacional humanitario 3. Los actos tradicionalmente considerados como crímenes de guerra en los conflictos internacionales

Petroleo

Según las informaciones periodisticas, la violencia en la zona de Darfur ha sido calificada como genocidio por Estados Unidos. Sudán argumenta que las cifras manejadas por la prensa occidental son exageradas y acusa a los medios de comunicación de magnificar el conflicto.

Aquí hay dos puntos interesantes de análisis: ¿por que Estados Unidos tiene interés en Sudán?, ¿por qué Sudán acusa a Occidente?

Tanto para Uganda como para Sudán el problema no radica en los muertos, sino en el control de la zona petrolífera, en el límite entre ambos países. La guerra entre el Gobierno sudanés y los grupos rebeldes cristianos del sur es, en gran medida, una lucha control de los recursos naturales de Sudán. El colapso de la economía del norte por la sistemática explotación del suelo ha obligado a las élites mercantiles norteñas (los Jellaba) a expandir sus actividades económicas hacia el sur.Es allí donde se encuentran las fértiles tierras de Renk, la zona petrolífera de Bentiu y los yacimientos de níquel y uranio. Sólo el 5% del suelo sudanés es cultivable, lo que agudiza la por el territorio útil. El impacto medioambiental y la degradación ecológica provocados por la agricultura intensiva han sido devastadores. Un 95% de los bosques del este de Sudán ha desaparecido para dejar espacio a los cultivos masivos y, al ritmo actual de la erosión, todos los bosques de la zona nororiental del país se habrán esfumado al finalizar el siglo. Por el contrario, las ricas y extensas sabanas y bosques meridionales (habitado por pastores y pequeños agricultores que dependen de las lluvias y practican una economía de subsistencia) se han mantenido más o menos intactos por el aislamiento histórico de la zona y su pobre infraestructura vial. Con el descubrimiento del petróleo en Bentiu en 1978, durante el gobierno de Nimeiri, se intentó volver a trazar las fronteras administrativas del país, e integrar el petróleo al Norte. Es en esta división donde radica el problema de Sudán, puesto que los yacimientos petrolíferos están entre la frontera entre el norte y al sur del país, con los depósitos más grandes en la región meridional del Alto Nilo (al sur). Tradicionalmente el norte y el sur de Sudán se han enfrentado militarmente, especialmente por la situación de abandono que vive el Sur. Los descubrimientos de petróleo en el sur, vino a agravar este conflicto, ya que el Estado de Sudán se ha enfocado en defender los yacimientos petrolíferos por medio de despoblar el territorio circundante a ellos a base de una fuerte represión. Organizaciones humanitarias de defensa de los derechos humanos acusan al Gobierno de Sudán de practicar el genocidio, de desplazar masivamente a grupos humanos, condenándolos al hambre por falta de recursos, y de capturar niño para adoctrinarlos religiosa y militarmente. Según algunas estimaciones, alrededor del 85% de la población del sur de Sudán ha sido desplazada. En su campaña de dominación, las autoridades sudanesas se han valido de recursos letales: los choques interétnicos, las ofensivas del Ejército regular, el uso de la ayuda internacional como arma y la hambruna de la mayoría negra de Sudán, agravada por sequías cíclicas. El Gobierno ha alentado con armas y dinero las divisiones entre las facciones del EPLS, intensificándose las confrontaciones entre los dinka, los nuba y los nuer entre 1991 y 1993. Ello, agregándose la situación de guerra civil, que llevó a que se invirtiera las ganancias generadas por la explotación petrolera en gasto militar. El gobierno duplicó sus compras de armamentos y gasto de ejército un año después de que el oleoducto que va a Puerto Sudán se completó, y se aumentó la producción interior de munición y armamentos pequeños.
¿Quien vendio esas armas? Si habia un conflicot en curso, ¿a quien le interesaba que se mantuviera?

Estados Unidos a estado financiando el desplazamiento de los habitantes de Darfur. La idea es poder controlar el petroleo de ese pais y los gaseoductos. Por eso pretende que la ONU promueva una operacion de paz. Pero Sudan se niega a dar la autorización, lo que conllevaria a invadir ese país en nombre de la paz y la seguridad. Sin embargo, eso agravaria el problema. Precisamente en el meollo de este asunto esta el desplazamiento constante de población de las zonas de guerra. Los campamentos de refugiados aumentan vertiginosamente. La idea del Consejo de Seguridad es poner a Darfur como un foco del problema entre choque de civilizaciones, cuando es mucho mas que una disputa entre musulmanes y cristianos.

¿Por donde pasa la solución? Es dificil de determinar. Solucionado Darfur ¿se soluciona el problema del LRA en el sur de Sudan? Retirando el poder del actual gobierno, ¿se evitaran los conflictos etnicos? Obligando a un alto al fuego, ¿habra menos muertos? No dejemos de pensar que ademas ha estallado nuevamente Somalia. ¿Una mision de paz daria paz a Darfur si es incapaz de actuar eficientemente en Somalia?
[1] “At least 2,200 killings and 3,200 abductions recorded: July 2002 - June 2004, in over 850 attacks. Attacking and pillaging communities in Uganda and Southern Sudan. Killing without reason thousands of men, women, boys and girls from different communities. Destroying villages and camps, burning entire families. Abducting thousands of persons, (especially children), forcing boys to be killers and girls to be sexual slaves.” International Criminal Court. The Investigation in Northern Uganda ICC OTP Press Conference 14 October 2005 Chief Prosecutor Luis Moreno-Ocampo Deputy Prosecutor Fatou Bensouda Investigation Team Leader Martin Witteveen.
[2] Enumerar cada uno de los delitos contemplados en los artículos sobre lesa humanidad y guerra es referirse a las formas más abyectas de provocar sufrimiento y daño por parte de un ser humano a otro. Según el Estatuto de la Carta, articulo 7, son crímenes de lesa humanidad cualquier acto que se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque: asesinato; exterminio; esclavitud; deportación o traslado forzoso de población; encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho internacional; tortura; violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable; desaparición forzada de personas; otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física. Son crímenes de guerra, articulo 8, Infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, como cualquier forma de violencia sexual; hacer padecer intencionalmente hambre a la población civil como método de hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para su supervivencia, incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro de conformidad con los Convenios de Ginebra; reclutar o alistar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o utilizarlos para participar activamente en las hostilidades. Y en caso de conflicto armado que no sea de índole internacional, las violaciones graves del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949.
[3] International Criminal Court Office of the Prosecutor Statement by Luis Moreno-Ocampo, Prosecutor of the International Criminal Court Statement by the Chief Prosecutor on the Uganda Arrest Warrants The Hague, 14 October 2005 Original: English Translation(s): Acholi, http://www.icc-cpi.int/

2 comentarios:

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