viernes, 27 de abril de 2007

En el Periodista.cl: Freud fraude


Una de las buenas cosas de la vida es el hecho que exista internet y que se pueda acceder a periodicos que muchas veces en kioscos estan algo dificiles.

Este es el caso del Periodista, www.elperiodista.cl. Pocas veces encontraba un kiosco donde comprarlo, ya que no es la Tercera o la Cuarta, es un periodico para gente que gusta de un estilo de redaccion mas cuidado y de temas mas profundos que la vida de algunos famosillos de quinta categoria.

Este mes, revisando ese medio, me encuentro con un excelente articulo sobre un libro que mata a Sigmund Freud. Como toda persona, alguna vez he tenido que ir al sicologo (menos de lo que pretendian algunos amigos, pero demasiado para mi gusto) y la verdad... pues los odio. La palabra que aparce en mi mente cada vez que me enfrento a alguno de estos personajes es "que estupidez". Dicen tanta tonteria junta que prefiero ir a ver a un sacerdote para que me guie, aunque sea del Opus Dei. Sobre todo, cuando alguno me sale con la historia de sicoanalasis me da un ataque de risa. Siempre me ha parecido que lo que Freud escribió es una sarta de tonterias más cercano a la novela negra que a un texto cientifico. Pero no me imagine nunca que llegara tan bajo.

El "Libro negro del Psicoanálisis" (Catherine Meyer (compiladora y editora)"Le livre noir de la psychanalyse" Editorial Les Arènes, 2005) , sicólogos, expertos y pacientes las emprenden contra el siquiatra austríaco. Me hubieran avisado y hubiera escrito algo :) The Freud War -tal es uno de los nombres que recibe esta "legión" - está integrada por historiadores quienes bajo la autodenominación de "revisionistas" intentaron prohibir enseñanzas, exposiciones y alusiones al Psicoanálisis.

Uno de los artículos fue escrito por Han Israëls (historiador de la psicología"El caso Freud. Histeria y cocaína". Y resulta que lo que sospechaba era cierto: FREUD SE DROGABA CON COCAINA. Claro, solo un drogado podía escribir tanta sarta de estupideces incoherentes. Segun Israëls, "intenta utilizar la cocaína como medio de liberarse de la morfinomanía: había leído en una revista norteamericana que eso era posible. Lleva a cabo la experiencia con Ernst von Fleischl-Marxow, un colega y amigo que se había vuelto morfinómano luego de una penosa operación quirúrgica." Hasta aquí la cosa es grave... pero no es todo. Freud miente, dice que el experimiento es un exito y así lo anota en su libro.

"Pero en su correspondencia privada, Freud cuenta, ofreciendo detalles, una historia muy distinta. (...) En mayo de 1885, un año después del comienzo del tratamiento, Freud anota en una carta a Martha que Fleischl sólo sobrevivía con ayuda de cocaína y de morfina, y que había utilizado grandes cantidades de cocaína durante los últimos meses. El consumo había sido tal que le había provocado una intoxicación crónica cuyas consecuencias eran un grave insomnio y una suerte de deliriums tremens. Se sentía tan mal que prometía suicidarse luego de la muerte de sus padres.
(...) La lección de esta historia es la siguiente: en sus publicaciones, Freud no tuvo ningún escrúpulo en presentar una terapia desastrosa como un éxito resonante. Un investigador que comunica sus resultados de este modo no merece ser tomado con seriedad. Sólo se puede calificar de estafador."
Otros artículos de ese mismo libro son del filosofo Mikkel Borch-Jacobsen, "Los pacientes imaginarios" y "Una nebulosa sin consistencia" El primero esta excelente. Resulta que Freud nunca dio el nombre de sus pacientes, porque como es secreto médico, no dpia darlos. Pero Borch-Jacobsen señala que eso, lejos de ser un asunto de ética, le permitia escribir lo que quisiera. De estos pacientes, los mas famosos han sido el de "Cecilia M", del "Hombre de los Lobos" o del "Pequeño Hans".
"Cecilia M.: Su verdadero nombre era Anna von Lieben, nacida baronesa de Tedesco. Esta paciente muy importante (y muy rica) que Freud llamaba su "Maestra" (Lehrmeisterin) sufría también múltiples síntomas y excentricidades. Era además morfinómana. Según Peter J. Swales, que fue el primero en identificarla públicamente, su tratamiento con Freud, que duró de 1887 a 1893, no produjo ninguna mejoría en su estado, sino al contrario. Su hija declaró más tarde a Kurt Eissler –que la entrevistó para los Archivos Freud– que la familia detestaba cordialmente a Freud ("todos lo odiábamos") y que la paciente misma se interesaba mucho menos por la cura catártica que por las dosis de morfina que su doctor le administraba con liberalidad: "Vamos, lo único que esperaba de él era la morfina".
El Pequeño Hans: "La historia de enfermedad y curación" del pequeño Herbert Graf no fue tal... Freud y el padre del niño, Max Graf, gastaron tesoros de ingeniosidad psicoanalítica para la curación de aquello que Freud llamó una fobia a los caballos, considerando que provenía del complejo de castración del pequeño niño. Herbert, que evidentemente parecía tener más sentido común que sus dos terapeutas, atribuía su miedo a los caballos y a otros grandes animales a un accidente de ómnibus del que había sido testigo, en el curso del cual dos caballos habían caído para atrás. En esta segunda hipótesis, mucho más simple y prosaica, no hay por qué asombrarse de que la angustia del niño por los animales se haya atenuado espontáneamente después de un tiempo. ¡Lo sorprendente es más bien que Herbert haya salido indemne del espantoso interrogatorio edípico-policial al que su padre y Freud lo sometieron!
El Hombre de los Lobos: En el caso de Sergius Pankejeff, podemos evaluar la eficacia a largo plazo de sus dos momentos de análisis con Freud, y es rigurosamente nula: sesenta años después, Pankejeff seguía siendo víctima de pensamientos obsesivos y de ataques de depresión profunda, a pesar de un seguimiento analítico casi constante por parte de los discípulos de Freud."

En su otro artículo, Borch-Jacobsen plantea una interesante pregunta. "¿Cómo explicar que una teoría falsa como el psicoanálisis haya tenido tanto éxito?". Para decirlo de otro modo: "¿Cómo hemos podido engañarnos hasta este punto?"

La respuesta que da esta fabulosa (sí, odio al sicoanálisis) "El psicoanálisis no existe; es una nebulosa sin consistencia, un blanco en perpetuo movimiento." La gente quiso creer que era posible, porque así lo decidio, porque asi podían culpar a cualquiera de sus problemas, como a la madre.

"Alcanza con consultar cualquier artículo del "Diccionario del psicoanálisis" de Laplanche y Pontalis para darse cuenta de que el "psicoanálisis" ha sido desde el comienzo una teoría que se renueva (o flota) permanentemente, capaz de tomar los virajes más inesperados.
(...) Freud se permitió a menudo cambiar sus teorías cuando percibía que estaban invalidadas por los hechos (Clark Glymour, Adolf Grünbaum), pero se confunde rigor falsacionista y oportunismo teórico. Ningún "hecho" era susceptible de refutar las teorías de Freud, las adaptaba a las objeciones que se les hacían."

Menudo científico.

Las mentiras de Freud fueron enumeradas por el epistemólogo Frank Cioffi en "Freud y la cuestión de la pseudociencia".

"(...) Entre las mentiras de Freud, se pueden citar las siguientes: que descubrió el complejo de Edipo sobre la base de falsos recuerdos de seducción paterna; que había una vez una joven llamada Anna O.; que su teoría de la sexualidad ha sido confirmada por la observación directa que emprendió de los niños; y que no tenía ninguna idea preconcebida en cuanto a la influencia de la sexualidad cuando comenzó a analizar a sus pacientes, por lo que la supuesta corroboración no pudo ser debida a la sugestión. " Sus mentiras no son un tema menor: todo el tratamiento contra la homosexualidad esta directamente relacionado con ellas.

El jefe de Sexología del Hospital de Waterloo, Canadá, el sicólogo y sexólogo Pascal de Sutter, en "Los mitos sobre la homosexualidad" da buena cuenta del drama que ha significado esta mentira para miles de personas que se han sometido a sicoanálisis. "¿De dónde viene, entonces, que la llame una "perversión"? De la madre, probablemente… Según el psicoanálisis, ella es muy a menudo la causa de los problemas. "Entre todos los hombres homosexuales, existió en la primera infancia, olvidada más tarde por el individuo, una relación erótica muy intensa con la persona femenina, generalmente la madre, suscitada o favorecida por la ternura excesiva de la madre misma, reforzada además por la retirada del padre en la vida del niño", escribió.
Y si un homosexual afirma que su madre no suscitaba una ternura excesiva, Freud dirá que la ha "olvidado". " ¿Que clase de respuesta es esa? ¿Como hay gente que acepta esa respuesta?

Para Sutter, "(...) Freud estaba impregnado de las concepciones de su tiempo, una época en la que se consideraba a las mujeres como inferiores, a los homosexuales como perversos y a los niños como a seres a quienes sólo una sólida educación podía conducir por el recto camino. ¿Era la suya, a pesar de todo, una luz liberal en un océano de oscurantismo? Podemos dudarlo si se considera que en su época vivía Havelock Ellis (conocido por otra parte por Freud, quien lo cita alguna vez). (...) Ellis estimaba que la homosexualidad podía ser considerada como una simple variación estadística, idea totalmente escandalosa en su época. Freud, mucho más conformista, la clasificaba entre las perversiones."

Otra filosofa, Isabelle Stengers, escribio "El psicoanálisis decepcionó al mismo Freud" Hay que ver el descaro de este tipo: alguien que durante toda su vida creo una ciencia hueca, sabiendo que era hueca, al final acaba confesando que fracaso.

"...en el artículo "Análisis terminable e interminable" de 1937, Freud confiesa en términos muy claros el fracaso de toda su empresa. (...) Freud mostró con enorme insistencia que la relación de fuerzas entre el paciente y el analista es desfavorable para este último, en el sentido de que todo lo que puede movilizar en contra de las resistencias del paciente no basta, la mayoría de las veces, para vencerlas. Entonces la técnica psicoanalítica no ha cumplido sus promesas, decepcionó al viejo Freud exactamente de la misma manera en que la hipnosis lo había decepcionado en los tiempos del inicio del psicoanálisis. Desde este punto de vista, este artículo pone un punto al psicoanálisis, un punto verdaderamente final, y, si uno lo lee desde esta perspectiva, como nosotros lo hemos hecho, es algo que resulta del todo evidente."

Pero como planteaba Borch-Jacobsen, la gente no quiso no creer.

"Encontramos que la mayor parte de los psicoanalistas no lo lee de este modo. Prefieren adoptar otra lectura, que por otra parte ha sido sugerida por el propio Freud: ¿el psicoanálisis es un oficio imposible? Bueno, glorifiquémonos entonces de la práctica a pesar de todo, con todo conocimiento de causa. "

La conclusión de esta autora es de lo mas antisicologos, el tipo de opinion que he tenido durante años: "En realidad, ese "cualitativamente nosotros tenemos razón" equivale simplemente a un "existimos y vamos a continuar existiendo". Y es así como lo han entendido los psicoanalistas: "Sí, reconocemos que la mayoría de las curaciones son interminables y se saldan por un fracaso, ya que la grandeza del psicoanálisis es reconocerlo y no satisfacerse con falsas curaciones"."

El mejor capitulo, en todo caso, es el del historiador Peter Swales, "Los honorarios sin escrúpulos", que perfectamente apunta a la estupidez del ser humano y su afan de creer lo que desea creer.

"... en un ensayo titulado "Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis", Freud aborda la cuestión de los honorarios, un tema que omitió profundizar siempre en su obra publicada –tan lamentablemente, hay que señalarlo. Recomienda a los practicantes adoptar desde el comienzo una actitud muy franca. Deben convenir expresamente, con audacia y sin escrúpulos, honorarios suficientemente altos para que los clientes potenciales tengan la impresión de que la prestación que les será propuesta tiene valor. A la "cuestión molesta" de la duración del tratamiento –una cuestión "a la que, de hecho, es casi imposible responder"– Freud argumenta que un analista sólo puede dar garantía de que durará "más de lo que prevé el paciente". "

¿La razón? "Freud sostuvo que los honorarios elevados estaban justificados por el hecho de que, cualquiera fuera la duración del tratamiento, el psicoanálisis contaba con su promesa de partida: la cura de la neurosis. Por otra parte, es a partir de consideraciones terapéuticas que él recomendó esa actitud interesada; después de todo, la reducción progresiva del volumen del portafolio o del contenido de los bolsillos del paciente podía servirle de aguijón para mejorar en la vida. En virtud de este razonamiento y de la idea de que el pago de honorarios permitía mantener la relación entre el doctor y su paciente en un plan estrictamente profesional, el psicoanalista estaba entonces por la fuerza de las cosas en la imposibilidad de seguir con los pacientes por caridad, lo que, de todas formas, habida cuenta de los tiempos pasados, había sido fuertemente perjudicial para sus ingresos."

Esto demuestra un argumento maravilloso: el dinero no hace la felicidad. Porque si tienes dinero el cerebro se pudre y caes en manos de estafadores como Freud.

Este artículo se puede relacionar con el de "La táctica de la jerga incomprensible" de Jacques Van Rillaer. "Este tipo de lenguaje ofrece seguridad intelectual porque vuelve a la doctrina aparentemente "irrefutable" (a toda objeción, se puede responder: "Usted no ha comprendido nada", "La verdad analítica es otra, está en todas partes"), promueve mistificaciones (haciendo pasar simples acrobacias verbales por nuevas contribuciones al saber), facilita el abuso de poder y de la explotación financiera, proporciona intensas satisfacciones narcisistas."
Pero seamos optimistas, alguien debe haberse curado. Esa es la pregunta del capitulo escrito por el psiquiatra y director de la unidad de tratamiento de la ansiedad del hospital de la Universidad de Lyon, Jean Cottraux. "¿El psicoanálisis cura?" Respuesta: no. Y una paciente,Annie Gruyer, cuenta su experiencia. "Se psicoanalizó durante siete años.Un martes de septiembre de 1992, puse término a siete años de terapia de inspiración psicoanalítica. Yo acababa de cumplir veinte años. Me acuerdo del inmenso alivio que sentí ese día: tenía la impresión de que me estaba arrancando de una especie de laberinto donde yo erraba desde hacía años, sin ningún fin preciso, sin poder estar segura de que un día encontraría una salida. Me sentía liberada, aun cuando no había resuelto ninguna de mis dificultades, aun si retomaba mi camino con los mismos sufrimientos, las mismas preguntas al hombro." Siete años de su vida tirados a la basura, porque mientras el sicoanalista hurgaba en su cerebro, area aun desconocida, lo que realmente tenia esta mujer era agorafobia. "El fin de un tratamiento debería ser el alivio del sufrimiento y la autonomía del individuo en una "alianza terapéutica" y humana. Es una cuestión de salud pública." Como apunta la sicóloga Violaine Guéritault en "La carga emocional y física de las madres". "La psicología moderna comprendió que el psiquismo humano no era un parque de diversiones en el cual uno puede permitirse enunciar pseudoverdades sin tener pruebas tangibles de lo que se postula. El drama psicológico que durante años vivieron cientos de madres de esquizofrénicos o autistas, acusadas de los peores delitos basándose sólo en la fe que se prestaba a un puñado de psiquiatras, resulta tanto más inadmisible si se atiende a que la investigación científica ha demostrado hoy que esas graves perturbaciones son en buena medida de origen neurofisiológico. ¿Qué consecuencias trágicas ha traído la culpabilización a ultranza de estas madres? ¿Cuántas madres han vivido con la convicción de que eran monstruos incapaces de amar verdaderamente a sus hijos? ¿Cuántos dramas familiares y vidas arruinadas?"

¿La conclusion de este libro? Jacques Van Rillaer, profesor de Psicología de la Universidad de Louvain-la-Neuve en Bélgica, la enuncia en el titulo de su capitulo: "Cualquiera puede ser psicoanalista" usando la siguiente técnica "(...) En una curación, el analista freudiano adopta esencialmente tres tipos de actividad: (a) escuchar en estado de atención flotante, es decir, sin el esfuerzo de atención; (b) emitir regularmente "hummmm", para asegurarle al cliente que se le está escuchando y que tiene interés en continuar asociando "libremente"… sobre temas freudianos; (c) hacer de tiempo en tiempo interpretaciones, a veces comprensibles, a veces enigmáticas. "

"La decodificación psicoanalítica es muy simple: en gran parte, consiste en separar las palabras –llamadas "significantes"– y en señalar analogías o significaciones simbólicas. Esto es accesible a toda persona que terminó el secundario y que leyó algunos libros de psicoanálisis. Cuando el cliente hace preguntas comprometedoras, sólo hace falta devolverle el fardo: "¿Por qué me pregunta eso?", "¿Qué interpela eso?", etc. Sus críticas y sus oposiciones se interpretarán como "resistencias", "negaciones" o manifestaciones de una "transferencia hostil". Nunca remiten al analista en cuestión."

Un libro altamente recomendable para abrir los ojos ante las mentiras que circulan por ahi. Incluso las mentiras acerca de las maravillas del tratamiento TCC (terapias cognitivo-comportamentales), declaradas por los que escriben aquí como "la" solucion. O sea, no vayan a sicologos, sino a psicoterapias convenientes para el establishment , combinadas con antidepresivos y formateados a medida para ayudar a gestiones de salud a bajar los costos. A fin de cuentas, mientras que presentan a Freud como un fraude, ellos no mencionan que la TCC es usado por psicólogos militares norteamericanos para torturar recientemente presos de guerra El sitio web de Human Rights Watch amplía al respecto: " Las técnicas de interrogatorio brutales y coercitivas, por ejemplo forzar los presos a permanecer en posiciones dolorosas e incómodas y privarlos de sueño durante largos períodos, se utilizan regularmente en los centros de detención por todas partes en Irak". El informe previo del General-Comandante Antonio Taguba había descrito "numerosos casos de exacciones obvias, " sádicos e injustificados "constituyentes" de las exacciones sistemáticas e ilegales sobre los presos de Abou Ghraib. Un informe del CICR concluyó que en las secciones de la prisión de Abou Ghraib reservadas a la información militar, "los métodos de dificultad física y psicológica utilizados por los interrogadores parecían formar parte de los procedimientos normales utilizados por los miembros de la información militar para obtener consentimientos y arrancar información".
La busqueda de la felicidad es un camino largo, constante, ni el sicoanalisis ni las pastilas son la solucion.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

http://locura-psicoanalisis.blogspot.com

Anónimo dijo...

En mis épocas de estudiante universitaria solía tener una profesora de una materia de psicología llamada Historia de la Psicología que decía: "Odio a los psicoanalistas, el mío me convirtió en lesbiana" (con tono irónico y divertido)

El psicoanálisis no es una ciencia, de hecho aquel se ocupa de lo que esta última deja de lado: EL SUJETO.

Otra cosa, si tenes un opinión propia acerca del psicoanalisis brindala...esto de utilizar palabras de un libro "cientifico" al modo de copy-n-paste no resulta alentador, de hecho has tomado esas palabras como verdades: te das cuenta que el ser humano adhiere a cada estupidez que pasa por delante? ahora entiendes el por qué del psicoanalisis...

Ahora bie, eres otro adulto "resentido" por haber sido "mandado" por papi-mami al psicologo? Vamos animáte...brindanos tu opinión.

Lic. María.