martes, 7 de octubre de 2008

La caída de los amos del universo

Publicado en La Nacion (www.lanacion.cl) Escrito pro Raúl Sohr.

Nadie sabe a ciencia cierta cuál será el impacto del colapso de los grandes bancos e instituciones financieras sobre lo que se llama la “economía real”. Pero cabe esperar que el próximo ocupante de la Casa Blanca, que vivirá con las consecuencias de la actual crisis, aprenda que el mundo es complejo y diverso.

Los grandes banqueros de Wall Street y de la City de Londres fueron apodados los amos del universo. El mundo era su ostra: podían devorarlo a su antojo. Su poder financiero era tal que eran pocas las empresas, e incluso los países, que podían resistir a sus afanes especulativos. Si fijaban la mira en una adquisición era, muchas veces, sólo una cuestión de tiempo antes que la lograran. Sobre la progresión del poder de la banca norteamericana basta una cifra clave: en 1980 el sector financiero obtenía 10% de las ganancias del mundo corporativo. En 2007 obtuvo el 40%.

Todo proyecto económico tiene un correlato político e ideológico. Las fórmulas económicas no son aplicables si no cuentan con el poder y la ideología de una racionalidad creíble que las legitime ante la ciudadanía. En política, los amos del universo tuvieron dos grandes exponentes que les abrieron camino a partir de la década de los ochenta: Ronald Reagan, en Washington, y Margaret Thatcher, en Londres. Reagan apareció en foros públicos con algunas de las obras del ícono neoliberal, el economista estadounidense Milton Friedman, el mismo que instruyó personalmente a los chilenos conocidos como los Chicago boys que diseñaron la política económica de la dictadura. Según la ensayista canadiense Naomi Klein, lo ejecutado en Chile fue "la transformación capitalista más extrema que jamás se había llevado a cabo en ningún lugar". La política, aplicada a punta de bayonetas, fue calificada como "tratamiento de shock". Y la filosofía subyacente de esta corriente fue bien sintetizada por un eslogan electoral de Reagan: "El Estado no es la solución para nuestros problemas, el Estado es el problema". Qué distantes parecen esas palabras hoy, cuando la banca clama al Gobierno estadounidense para que le inyecte 700 mil millones de dólares de fondos públicos.

Es la caída de uno de los grandes mitos modernos. Friedman postuló que los mercados debían operar con la mayor libertad posible. Cuanto menos intervención estatal en ellos, mejor funcionarían los balances entre oferta y demanda, así como la libre competencia. Esto era lo que la banca necesitaba: una creciente desregulación que le permitiera entrar en campos que le estaban vedados a causa de la gran crisis de la década de los treinta. Todo ello se hizo en el nombre de uno de los valores más queridos para toda la humanidad: la libertad. En América latina, las diversas dictaduras liberalizaban sus economías aparejadas a una represión brutal. La libertad de los mercados reemplazaba a la libertad política. La democracia se redujo a la libertad de competir en iguales condiciones. En todos los países en que fue aplicado este esquema tuvo el mismo resultado: ayudó a generar grandes fortunas, a la par que las concentraba en pocas manos. En Estados Unidos, Gran Bretaña y Chile creció la brecha entre los que más y los que menos tenían. Más allá de si es un sistema deseable o la valoración ética que se haga, ¿fue beneficioso para estos países en su conjunto? Sí lo fue. En términos relativos, mientras duró la bonanza, lograron altos índices de crecimiento en que consiguieron consolidar sus avances.

Lo que funciona en algunos países, sin embargo, no da resultados en otros. En el mismo período, China, con un enfoque regulatorio y estatista, consiguió tasas muchísimo más elevadas de crecimiento económico. Brasil e India han tenido buenos desempeños económicos con políticas proteccionistas. Uno de los problemas con Estados Unidos es su vocación de liderazgo. Entre sus gobernantes existe la convicción de que lo que es bueno para ellos también lo es para el resto del mundo. Incluso hasta el punto de la ingenuidad. Al momento de invadir Irak, en 2003, el Presidente George W. Bush proclamó que la nación árabe se convertiría en "el faro del progreso económico del Medio Oriente", y que el cimiento de semejante logro sería la libertad. Cinco años más tarde, huelga todo comentario.

Es aventurado hacer predicciones con una crisis en pleno desarrollo. Nadie sabe a ciencia cierta cuál será el impacto del colapso de los grandes bancos e instituciones financieras sobre lo que se llama la "economía real". Es una incógnita hasta dónde llegará el efecto dominó. Pero cabe esperar que el próximo ocupante de la Casa Blanca, que vivirá con las consecuencias de la actual crisis, aprenda que el mundo es complejo y diverso. Que no hay una fórmula mágica que cure todos los males. Que los días de la arrogancia del unilateralismo neoconservador han quedado atrás y que la cooperación rinde mejores frutos.

¿Es Rusia un país irrelevante?

Publicado en Público (www.publico.es) sección Dominio Público. Por Augusto Zamora, profesor de Derecho Internacional y RRII en la Universidad Autónoma de Madrid.

http://blogs.publico.es/dominiopublico/?p=808


Hace escasos días, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, declaró que Rusia “es cada vez más autoritaria en su propia casa y más agresiva en el exterior”, conducta que la llevaría al “aislamiento internacional” y a la “irrelevancia política”. Si estas declaraciones las hubiera hecho el representante de algún país periférico serían una anécdota. Si la señora Rice se hubiera referido a un Estado suburbial podrían entenderse. Pero que lo diga la ministra de Exteriores de EEUU refiriéndose a Rusia genera heterogéneos sentimientos y pensamientos, por razones que saltan a la vista.

Respecto a políticas agresivas, desde el fin de la mal llamada Guerra Fría, EEUU ha agredido a tres países: la reducida Yugoslavia de Serbia y Montenegro en 1999, Afganistán desde 2001 e Irak desde 2005. En 1993 invadió Somalia. En 1994, con Bill Clinton, ocupó Haití y, en 1998, bombardeó una supuesta fábrica de armas químicas en Sudán, que resultó ser una empresa farmacéutica. Su presupuesto militar significa el 50% del gasto militar mundial, destinado a mantener, además de dos guerras, las 737 bases militares que EEUU tiene distribuidas en 130 países, con 250.000 soldados y funcionarios. Con esas cifras no hay base moral y política para hablar de pacifismo, menos todavía para afirmar que las conductas agresivas llevan al aislamiento y a la irrelevancia internacional. Si así fuera, EEUU debería estar aislado y excluido de todo.

Sobre modos autoritarios y derechos humanos, baste recordar que EEUU mantiene cárceles secretas en decenas de países, incluyendo europeos, que ha institucionalizado la tortura y que un preso en Guantánamo puede ser condenado a muerte por un tribunal militar, sin derecho a apelación y sin conocer el expediente. No es, por tanto, el país más indicado para dar lecciones morales al resto del planeta.

En lo que al aislamiento se refiere, Rusia no es Malawi o Nicaragua. Posee 17 millones de kilómetros cuadrados, que se extienden desde Polonia y Finlandia a las islas Aleutianas, en Alaska. Sus aguas van del Báltico a Japón y puede terminar siendo dueña de la mayor parte del tristemente en deshielo continente ártico. Es el país más extenso del mundo, poseedor, además, de riquezas naturales y energéticas casi infinitas, con más de 200 millones de habitantes (dentro y fuera de Rusia) y el mayor arsenal nuclear del mundo. Su desarrollo científico-técnico es notorio en la producción de sistemas bélicos y su capacidad aeroespacial es competitiva y poderosa. Su recuperación como gran potencia es evidente y recursos no le faltarán para mantenerla y fortalecerla. Pretender que un Estado de esas características caerá en la “irrelevancia política” es mostrar un atroz desconocimiento de las realidades de nuestro planeta.

Pero Condoleezza Rice pasa por mujer instruida y conocedora de esas realidades. Sus palabras, por tanto, no habrían obedecido al hecho de demostrar menosprecio hacia las potencialidades de Rusia, como gran Estado, sino a otras razones. Más parecerían responder a un sentimiento creciente de impotencia, provocado por el convencimiento íntimo (dejemos las amenazas de la candidata republicana Sara Palin, de guerra con Rusia, como anécdota) de que EEUU poco puede hacer, hoy por hoy, para enfrentar a Moscú. O que lo que puede hacer sería infinitamente peor que renunciar a hacer algo.

Ha expresado recientemente John Gray, profesor de la Escuela de Ciencias Económicas de Londres, que EEUU “con las instituciones hipotecarias en bancarrota y nacionalizadas, y la inmensa maquina de guerra financiada, en la práctica, mediante préstamos exteriores está en un profundo declive”. Cualquier observador neutral se da cuenta de esta realidad. Conoce, así mismo, que Rusia, China, India y otro puñado de países han creado o están volviendo a crear su propia zona de influencia e intereses, ocupando los espacios que EEUU (y también Occidente) se ve obligado a abandonar. Por tal motivo, el mundo de hoy poco tiene que ver con el que se cerró con la caída del muro de Berlín. La única región del planeta donde siguen considerando a EEUU como potencia total mundial es Europa, como si sus gobiernos y politólogos –con las excepciones de rigor– hubieran quedado en estado político catatónico y fueran incapaces de superar los reflejos condicionados generados durante la Guerra Fría.

Este es el punto central que llama la atención y que debería preocupar. ¿A qué razones, intereses o compromisos obedece el casi ciego seguimiento europeo de las políticas mundiales de una potencia en franco declive, cuando ese declive aconseja, por el contrario, marcar distancia? ¿Qué mecanismos psicológicos operan de forma tan aguda que le impiden a Europa adaptarse a los nuevos tiempos y elaborar su propia política, hacia Rusia y otras zonas, sin la tutela de EEUU? ¿Por qué empeñarse, no sólo en mantener a un fósil de la Guerra Fría como la OTAN, sino en insistir en su expansión hasta las costillas profundas de Rusia? ¿Piensa alguien en Europa, con dos dedos de frente, que Rusia permanecerá impávida, mientras EEUU le coloca misiles y ejércitos hostiles en el borde mismo de sus fronteras?

¿O se trata de algo más profundo, subterráneo, que ancla sus orígenes en las guerras entre occidentales y eslavos? Esclavo es un término que proviene de eslavo, porque eslavos fueron mayoritariamente los esclavos de godos y latinos. A pesar de su creciente poder, Rusia era vista, en los siglos XVII y XVIII, como un país bárbaro. Napoleón quiso acabar con ella y Churchill hizo cuanto estuvo de su mano para que la Alemania de Hitler descargara contra la URSS, no contra Francia, toda su furia militar. Ambos fracasaron estrepitosamente y el país agredido emergió más poderoso y fuerte.

El suicidio de la Unión Soviética fue visto como una ocasión de oro para poner a Rusia definitivamente de rodillas. EEUU avanzó sobre Asia Central y, como OTAN, sobre el Báltico y los Balcanes. Ahora quiere el Cáucaso y Ucrania. Como carreta tirada por caballos ciegos, Europa, de la mano de EEUU, está sentando las bases de nuevas guerras. ¿Hay alguien por ahí que se dé cuenta de eso? ¿Compensará EEUU su declive mundial absorbiendo a Europa y usándola como gallo de pelea? ¿Vamos hacia la batalla final entre los civilizados occidentales y los bárbaros eslavos del norte que rehúsan someterse a EEUU como han hecho los eslavos del sur (salvo Serbia y así le ha ido)?

Flexibilidad laboral al estilo Wall Street

Articulo del periodico La Nacion de Chile (www.lanacion.cl) escrito por José Luis Ugarte C. Profesor Derecho del Trabajo, Universidad Diego Portales.

Este es neoliberalismo puro, o sea las reglas del mercado para el resto, no para ellos. Algo parecido a lo que en Chile denominamos la ley del embudo: mercado sin Estado, salvo que haya que salvar a los bancos; trabajadores sin indemnizaciones, salvo para altos ejecutivos.

La crisis de la banca norteamericana tiene a sus actores perplejos. Hace poco amos del mundo, sus ejecutivos miraban al resto desde arriba, sus cálculos eran infalibles y su arrogancia les impedía, ahora lo sabemos, mirar más allá de sus propias narices.

Su versión criolla, nuestros Chicago Boys, menos glamorosos y con un pasado algo oscuro ya se sabe, eso de la dictadura , repetían sin embargo el mismo discurso: más mercado, menos regulación y libertad total.

¿Y de derechos para los trabajadores? Ni hablar, eso es el paleolítico. Lo único que un trabajador puede pedir en una economía de mercado competitivo es exactamente equivalente a su productividad. Y las indemnizaciones laborales son un lastre que debe ser eliminado cuanto antes. Haces unas semanas volvimos, a propósito de la reforma del seguro de desempleo, a escuchar de nuestros neoliberales criollos el mismo discurso, como siempre, apoyado por los informes por encargo de sus centros de estudios.

Dicho esto, no cabe duda, diremos todos, que los grandes responsables de la crisis de la banca, altos ejecutivos que han tomado una seguidilla de malas decisiones, liquidando su valor y defraudando a sus empleadores los accionistas habrán recibido un finiquito, como piden a gritos nuestro neoliberales criollos, con cero dólar de indemnización laboral.

Pero no nos equivoquemos. Este es neoliberalismo puro, o sea las reglas del mercado para el resto, no para ellos. Algo parecido a lo que en Chile ya nos hemos acostumbrado y denominamos la ley del embudo: mercado sin Estado, salvo que haya que salvar a los bancos; trabajadores sin indemnizaciones, salvo para altos ejecutivos.

Aquí algunos ejemplos de cómo opera la flexibilidad laboral al estilo Wall Street:

- Dick Fuld, presidente de la hoy quebrada Lehamn Brothers, cobraba 40 millones de dólares al año, incluyendo 2007, cuando se genero la crisis. Productividad laboral: bajo su dirección quebró a uno de los bancos más tradicionales del mercado norteamericano, dejando sin trabajo y sin ahorros a 24 mil empleados.

- Daniel Mudd, el principal ejecutivo de Fannie Mae, empresa hipotecaria semipública de Estados Unidos, recibirá una indemnización de ocho millones de dólares. Productividad laboral: quebró una hipotecaria fundamental del mercado norteamericano, haciendo perder a los accionistas el 83% de sus activos.

- Richard Syron, director principal de Freddie Mac, empresa hermana menor de Fannie, también en quiebra y salvada por el Gobierno de los Estados Unidos, recibirá una indemnización de 16 millones de dólares. Productividad laboral: quebró a la empresa e hizo perder 36 mil millones de dólares a sus dueños, además de otros 140 mil millones a los contribuyentes norteamericanos por la vía del rescate público.

-John Thain, consejero delegado de Merril Lynch, recibió 17 millones de dólares por nueve meses de trabajo. Productividad laboral: en su breve gestión su empresa perdió 47 mil millones de dólares, esto es, el 66% de su valor.

En estos ejecutivos, precisamente, prensaba "Los Angeles Times" cuando decía en su editorial que "nos gustaría que estos ejecutivos se fuesen sólo con un apretón de manos" y exigía "que se deje de pagar por los fracasos". Curioso, por decir algo, como se indemniza laboralmente a aquellos que, precisamente, en su discurso, dócilmente traducido por sus seguidores criollos, nos han majaderamente instalado la idea de la flexibilidad laboral. Para otros, eso sí, no para ellos, según acabamos de comprobar.

En fin, este puñado de hombres, que logró con sus conocimientos y su enorme productividad algo que ni el mayor movimiento antiglobalizador o de protesta social habría soñado jamás poner en tela de juicio al capitalismo financiero, y de paso pasarle una factura al contribuyente norteamericano de casi un billón de dólares habría recibido en Chile un trato legal bastante más justo: despido por incumplimiento grave de las obligaciones del contrato, sin derecho a indemnización alguna.

Pero ya se sabe. Eso de la flexibilidad laboral es para los otros, no para los altos ejecutivos de Wall Street.

Corrupcion, la palabra clave de la crisis



Cuando uno estudia historia, sabe que todas las cosas son cíclicas. Periodos buenos, seguidos de malos, luego vienen los buenos.... bla bla bla.


Cuando comenzó esta crisis económica, sin embargo, sentí que habia algo raro en ella. De pronto, como nunca, teníamos a Bush nacionalizando, luego a Brown, a Merkel... y el FMI diciendo que estaba bien. No es normal, es más, va en contra de todo lo que se nos ha dicho a los países subdesarrollados o en vias de desarrollo. Y zas! De pronto, vamos privatizando en los países desarrollados, cuando unos meses antes se alzaban gritos de espanto cuando se escucho que las filiales del Banco español Santander en Venezuela serían compradas por el gobierno del presidente Hugo Chávez.


Hay algo anormal en esta situación, en la rapidez con la que se nos pretende convencer que todos debemos pagar un precio por ella. Y el asunto va por ahí: pagar.

Hace unos 8 años, cuando tomo el poder el sicopata borracho drogadicto de Bush en Estados Unidos, surgió a la luz una serie de manejos ilegales de empresas en las que él y su alter ego Donald Rumsfeld estuvieron involucrados. De pronto, el 11S (curioso que haya sido en el centro financiero de Estados Unidos y del mundo el ataque habiendo lugares estratégicos mejores) borro todo rastro de esas estafas. Porque la palabra clave es esa, estafa.


La guerra contra el terror (una guerra ficticia, como contra la droga) se inició rapidamente, contra paises que ni siquiera tenian algo que ver con terrorismo. Sadam hizo un comentario hagalador a los que supuestamente cometieron el supuesto atentado contra el World Trade Center y eso fue una causal mas que suficiente para invadir un pais, llevar el terrorismo que no estaba presente en ese país y poner una soga al cuello a Hussein, que no era precisamente un santo pero merecía un juicio justo que no tuvo. Unos metros mas a la izquiera en el mapa tenemos un pais con terrorismo, como es Egipto, y otro dirigido por un famoso terrorista, Libia, y nadie los ha tocado. Al contrario, Libia de pronto se ha transformado en el mejor amigo de Europa, incluso Italia va a compensarle con millones de euros por el periodo colonial, y Egipto es un amiguito carnal de Estados Unidos. Arriba, cerca de Afganistan,otro pais invadido en la guerra contra el terrorismo, por supuestamente tener escondido a Osama Bin Laden (que es creo saudi, asi que ¿por qué no lo buscan en Arabia Saudita?) tenemos a Turquía. Si Turquía o es un país de terroristas entonces no que que diablos he leido de su historia. Pero es amigo de Estados Unidos y de Alemania, asi que los turcos pueden masacrar alegremente a los kurdos, los kurdos en Turquia son malos, los kurdos en Irak son victimas... ironías deldestino porque son el mismo pueblo kurdo.


De pronto, empresas agonicas en Reino Unido y Estados Unidos comienzan a recibir una serie de pedidos, resurgen, se dan millones de dolares para reconstrucción... que se pierden quien sabe donde. Una guerra corrupta, por causas corruptas, que han reportado a los que han especulado en ella millones de dolares, varios estafados al fisco británcio y norteamericano. Millones de euros que pudieron destinarse a los imprescindibles gastos sociales. No se necesita a un Michael Moore que diga que la sanidad norteamericana es un desastre... Ronald Reagan tuvo que vivirlo en carne propia, porque tantos años impidiendo el tratamiento a los enfermos de alzahimer... hasta que el cayo enfermo de esa terrible enfermedad. Los británicos hace un tiempo que tienen problemas por ese lado, desde los tiempos de la Dama de Hierro. Pero parece que es mas importante masacrar personas por causas estupidas e inventadas, vendiendo armas, para seguir matando gente, que la propia poblacion.


La propia poblacion no es tampoco la prioridad para los demas gobiernos. Porque mientras se desarrollaba una guerra que esconde estafas multimillonarias, como han probado una serie de periodistas norteamericanos y britanicos, por el otro lado una serie de situaciones iban a empeorar la vida de personas que nada tienen que ver con las guerras.


El mundo esta estancado. Lo esta desde hace unos 15 años. Las universidades han entrado en el mundo del mercado, asi que esta muriendo el centro de la creatividad. No hay inversiones en desarrollo ni en investigacion, de hecho, se invierte mas en campañas contra el tabaco que en educacion. Los pensamientos nuevos son cada vez escasos, estamos en plena Edad Media, donde repetimos una y otra vez las mismas cosas, estancados.


Pues bien, ese estancamiento esta presente en el mercado. La gente no necesita comprar un refrigerador si el suyo funciona, lo que hace que la venta de refrigeradores no sea rentable, lo que afecta a los que venden refrigeradores y a los que los producen.Entonces, de un tiempo a esta parte, se nos esta obligando a comprar. En pro del calentamiento global (¿como combatir en calentamiento global comprando un refrigerador supuestamente no contaminante cuando al mismo tiempo se quiere destruir el Ártico para buscar petróleo?) estamos obligados a renovar nuestros aparatos electricos, nuestros automoviles, nuestra comida... Cada dos años las baterias de muchos computadores (VAIO sobre todo) dejan de funcionar, lo que nos obliga a comprar otro computador, en el que estamos obligados a comprar el paquete de Windows sin Office, sin antivirus, sin nada realmente... Digame alguien ¿como combatir el calentamiento y la contaminacion global creando mas basura, sobre todo tecnologica? No hay inversiones en plantas de reciclaje, son escasas en la mayor parte del mundo, estamos llenos de vertederos, y para mantener a la agonica economia de mercado, creamos más basura que obligatoriamente tendría que reciclarse en plantas especializadas. Es ridiculo cuando se imponen multas a los que fuman o a los que usan bolsas plasticas. Ya es peligroso hasta el espacio donde estan cientos de satelites artificiales dando vueltas, y mas de alguno han comenzado a caer sobre casas. No tenemos una cultura de tratamiento de la basura, pero necesitamos crearla para que el mercado este en funciones.


El problema de la cultura del desecho en la que vivimos es que las necesidades basicas de las personas han pasado literalmente a ser objeto de especuladores. El Estado (sea español, aleman, frances, mexicano, peruano...) es el gran amigo del mercado. Le ha dado todo: nuestro derecho a vivienda, nuestro derecho a salud, a educacion, a vestir... La gente puede vivir en casas antiguas, grandes, donde cabe toda una familia de 5 con sus propias familias, vamos entonces a destruir las casas antiguas con la excusa del espacio y a poner departamentos donde con suerte caben tres personas que pagaran mas caro por ese nuevo piso. Si fueran 4, entonces, tendrian que vivir en otro piso mas caro todavia. La ropa de la abuela sirve para la nieta (con esto de que la moda vuelve una y otra vez)... vamos a hacer ropa de mala calidad, que dure unos seis meses. Vamos creando nuevas enfermedades, dandole antibioticos a los niños para que de adultos sean enfermizos y debiles, alimentandolos con comida de porqueria y cobrando por la tradicional planta cultivada en la tierra como lo hacian nuestros antepasados desde hace millones de años. El derecho al trabajo y las aspiraciones de las mujeres a tener igualdad de trato se han transformado en que sea una estupidez tener hijos, porque ¿a que hora los ves? A las 7 de la tarde, con suerte. Y con esto que las mujeres trabajan (pero por un sueldo menor que el de un hombre en 99% de los países de este mundo) ¿para que subirles los sueldos a los trabajadores? Una pareja no necesita que se les suba el sueldo si los dos trabajan...


Miremos a Europa, tan democratica ella, tan respetuosa de los derechos humanos. Gastara millones de millones de euros para mantener sus ejercitos nacionales, para mantener a la OTAN, para mantener operaciones de paz que jamas han llevado paz a nadie y si entra en vigor el Tratado de Lisboa tendran que mantener al ejercito de la Union... y todo es obligadotorio. Pero no lo es que los estados europeos garanticen los derechos a sus ciudadanos. Ni siquiera los derechos laborales. Porque esa fue la razon para subvencionar a cientos de industrias en muchos paises, garantizar el derecho al trabajo.Se entregaron millones de euros a empresas como SEAT con el compromiso de mantenerse en zonas como Galicia, para darles trabajo a la población de la región.... sin exigir garantías de cumplimiento. Porque como paso con Motorola en Alemania, a los dos años se trasladó igual a países de Europa del Este. Los dueños han pagado los sueldos de los trabajadores con lo que el Estado les ha dado, no con lo que han ganado. Y ahora, los desahucios y jubilaciones las pagará el Estado, no las empresas.

Desde hace unos cuatro años, los casos de corrupción se han multiplicado, y la mayor parte de los países estan afectados por ella. Basta con ver lo que esta pasando en Italia. El mafioso, corrupto de Berlusconi se pasea tan tranquilo por Roma, mientras cientos de personas perderan sus casas por los intereses bancarios. Y lo que es peor, ahora este impresentable se ha blindado y no se le puede juzgar por ser un corrupto.


No podemos continuar en este ritmo. No podemos permitir que los sicopatas genocidas del G7-8 decidan de nuevo lo que conviene a millones de seres humanos para beneficiar al menos del 10% de la población mundial. No debemos permitir que todo nuestro trabajo se vaya al diablo para que los multiricos sigan siendo multiricos. Porque la ficción en la que vivimos dice que esos multiricos son los que dan trabajo, lo que es mentira, son los pequeños comerciantes, las Pymes, las que dan casi el 70 % de los empleos en Europa, en América , en África e incluso en Asia. LOs multiricos son una raza a la que debemos extinguir, porque tienen el control de todo nuestro dinero y de toda nuestra seguridad.

Asi que, si un gobierno pretende "ayudar" a los ricos, hay que quitarle el apoyo y manifestarse de manera que quede claro que cualquier acto hacia los ricos sera la peor solución a un problema que ellos han creado. He dicho


Nota: viñetas de Territorio Vergada, periodico Público: http://blogs.publico.es/vergara/
y de Manel Fontdevila http://blogs.publico.es/manel/